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Fundamentos

Una de las principales conclusiones de la comunidad internacional en Educación Matemática señala la existencia de una disciplina distinta a la Matemática y a la pedagogía en general: un espacio profesional y una ciencia con fisonomía y perfil independientes. Es decir:

  • La Educación Matemática posee objetos, métodos, parámetros de validación y organización de sus comunidades profesionales y científicas, diferentes de la Matemática
  • Sus propósitos no se encuentran en la generación de conocimiento matemático y, por ende, tampoco en una docencia asociada a esos fines, salvo cuando la Educación Matemática (vista como categoría general) refiere a este segmento específico de la academia y la ciencia y, aun en ese caso, su perspectiva es diferente.

Este proceso, históricamente, se ha desarrollado como reacción a la llamada reforma de las matemáticas modernas que se dio en muchos países (incluido Costa Rica) durante los años 50 y sesenta del siglo XX.

De manera especial, y como sucede en toda ciencia, en particular en su juventud, el papel de la investigación se vuelve crucial; este escenario de la disciplina potencia el reclamo por el desarrollo de investigaciones. Dada la naturaleza de la disciplina, la investigación está conectada necesariamente con la formación. La investigación específica (así como la pedagogía específica) debe ocupar un lugar privilegiado en los planes de formación de los educadores matemáticos (lo que obliga a los currículos requieren importantes niveles de flexibilidad para incorporar los resultados de la investigación de la manera más rápida posible). Por ejemplo, es muy importante comprender que la formación inicial del educador matemático debe preparar para una formación continua: aportar conocimiento, visión, métodos, recursos, actitudes, competencias para seguir su formación. Investigación, formación inicial y formación continua están íntimamente imbricadas.

Está comprobado que una gran cantidad de conocimiento y formación docente solo se puede adquirir en el contexto de la enseñanza-aprendizaje, es decir enseñando y mediante una experiencia orientada por su formación inicial y por las condiciones que la institución o el país ofrezcan para su realización. Puesto en otros términos: las acciones de capacitación no son gratuitas o adicionales a la construcción del conocimiento que requiere el educador, son cruciales. Si se falla en aportar condiciones institucionales en el ejercicio profesional para la capacitación se provoca un serio daño en el éxito de la labor docente y el aprendizaje. Lo mismo sucede si la formación inicial no brinda los instrumentos teóricos y las competencias para la continuidad de la formación docente. Los países que han entendido esta dialéctica positiva y necesaria entre formación inicial y continua, con el desarrollo de planes y recursos adecuados, han logrado éxito significativo en el progreso de su Educación Matemática. La investigación de aula dentro de la práctica profesional es un componente que nutre la Educación Matemática como disciplina.

Estos elementos que hemos señalado subrayan lo que ha sido consignado sistemáticamente en la Educación Matemática internacional: el potenciar las parejas acción-investigación, educador-investigador.

Este centro se inscribe, entonces, en los esfuerzos por hacer de la investigación un instrumento para el fortalecimiento de la Educación Matemática como ciencia y disciplina independiente, y apoyar los procesos de formación docente en Enseñanza de la Matemática en cada país y regionalmente.

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